Antonio Gamoneda
poemas.ar
Ojos - Antonio Gamoneda
De vivir poco, de 
 un hombre contenido, 
 tenso hacia dentro, sólo 
 como el pájaro libres 
 quedan, puros, los ojos. 
 Luchadores, materia 
 prodigiosa del fuego 
 procedente y del llanto; 
 consistencia y penumbra 
 donde el ansia trabaja 
 hasta que el agua tensa 
 su contorno y, ya, queda 
 cristal vivo que, nunca, 
 no volverá a llorar. 
 En los ojos el ruido 
 del dolor se convierte 
 en música tan pura 
 que no se puede oír. 
 Lo primero que se ama 
 son los ojos: belleza 
 reunida mirándose. 
 Yo puse los ojos sobre 
 el mundo: mares, siglos 
 de sombra se elevaron. 
 De ahí, de mirar la vida 
 desde lo oscuro, viene 
 este amor invencible. 
 Alguien me está hablando 
 siempre de libertad. 
 El corazón pretende 
 vivir sobre la nieve 
 más alta de la tierra; 
 las manos en el fuego 
 sería hermoso, pero 
 nunca es posible: no 
 hay libertad. 
 Solamente, tan sólo, 
 libertad en los ojos: 
 invadir la belleza 
 y meterla en un hombre. 
 Al fin, dadme la mano, 
 mis ojos, unidad 
 de las aguas y el fuego, 
 intensidad que mira, 
 llanto, mundo callado 
 donde está luchando mi corazón por la belleza.
